Los principios básicos para optimizar el tiempo

El tiempo es un recurso escaso, que no se puede comprar, que no es almacenable, ni se multiplica, pasa lenta pero inexorablemente y no se puede perder, porque la vida está hecha de esta materia, por tanto, es un bien tan valioso que debería poderse contabilizar e incluirse en el “ebita”* de la cuenta de resultados.



* EBITA: indicador financiero representado mediante un acrónimo que significa en inglés “Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization” ...




Mi experiencia en el mundo laboral me sugiere de entrada que no puede gestionarse nada sin antes hacerlo con uno mismo. Lo primero que debemos buscar y encontrar, es la relación entre el esfuerzo empleado en hacer cosas y los resultados que obtienes.

Ian Fleming en su libro “La gestión del Tiempo” nos detalla de forma muy clara los 3 principios básicos para gestionar mejor nuestro tiempo:

1. Actuar por el motivo adecuado, asegurando que lo que se hace tiene relación con el trabajo final.

2. Actuar en el momento oportuno, por tanto, decidir las prioridades.

3. Y actuar de la manera apropiada, lo que supone organizarse.

Me gustaría añadir que la gestión del tiempo requiere asumir el control siempre y eso incluye evitar los llamados “marrones” -o “mokeys”, como dicen los ingleses- que nos cuelgan otros. Hay que valorar cada vez que decimos que “sí” porque esto significa compromiso y resta tiempo.

Nos hacen jefes precisamente para asumir responsabilidades y tomar decisiones, ya sean selectivas o creativas. Y hay reglas para hacerlo eficientemente, aunque en los requisitos destaco varios aspectos:

- Conseguir la información suficiente.

- Definir el plan de acción con las personas que forman parte de la solución.

- Saber el rol que tiene cada uno en la decisión final.

- Naturalmente saber el tiempo que dispones para ello.

La comunicación es la clave de toda relación humana y también en la empresa. Gracias a ella podemos alimentarnos de la energía de todos, pero, una mala gestión de la comunicación, impide una buena gestión del tiempo.

Nada puede entenderse en liderazgo sin equipo, un conjunto de personas que tiene un objetivo común. Conociendo cada miembro y el modo de relacionarse entre ellos sabremos lo que debemos hacer para que funcione bien, pero como líder tenemos dos grandes misiones con el equipo en las que dedicar el tiempo necesario:

1º Buscar y armonizar las capacidades individuales para tener un grupo armónico y equilibrado

2º Debemos ser el encargado de cargar de energía el equipo, para ello implíquémonos, fomentemos la lealtad y la confianza, estimulemos la creatividad, en definitiva, cuidémoslos

No querría concluir este post sin mencionar otros “ladrones del tiempo” como son los teléfonos y las reuniones.

¡Superemos las “interrupciones”!

Y para no excederme de las 696 palabras dejo para el siguiente post los 10 Consejos para hacer un buen Cronomanagement.

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