¡No quiero meterme en política!
Durante un mes, tras sufrir una pericarditis vírica ¡nada grave! he tenido tiempo para reflexionar un poco más sobre nuestro país. Como ya señalaba en los post publicados el 13 y 14 de enero yo no soy un revolucionario ni un anti-sistema, y tampoco quiero meterme en política. Es que creo que Internet puede ser un magnífico medio de movilización social, de debate y de protesta o apoyo. Como decía Fernando Savater, “es un ágora nueva, la plaza pública para los Sócrates y los Savonarolas del siglo XXI. “Meterse en política” siempre ha sido una aventura peligrosa, poco aconsejable para quien quiera pasar por es mundo sin tomar antidepresivos, ansiolíticos y/o antiácidos. Teniendo en cuenta, que nuestra clase política hace tiempo que agotó el crédito que tenía, es natural que yo mismo, me prevengan contra la tentación de entrar en ese mundo infestado de alimañas. Sin embargo aseguran los propios políticos, y con razón, que el suyo es uno de los oficios más nobles. Servir a la comunidad