Carta a los lectores

Mi primer trabajo fue, ya hace veinticinco años, como libre comisionista, vendiendo libros a domicilio para una prestigiosa editorial española.

De esa primera etapa profesional, que duró varios años, conservo un grato recuerdo. No solo aprendí muchísimo, sino que también me independicé económicamente y encontré un camino a seguir.

Desde entonces y hasta hoy he desarrollado toda mi actividad profesional dentro del mundo comercial; he sido fichado por dos multinacionales, una de productos hidrófugos y para la construcción y la otra de sector de la comunicación y por dos empresas de ámbito nacional, con 39 años fundo mi primera empresa, y siempre en el ámbito de la venta directa pues se ha introducido en prácticamente todos los sectores.

Ahora,como director de foco, tengo la oportunidad de dirigirme a vosotros, que representáis o vais a representar a muchas empresas, la mayoría de ellas de vital importancia en el entramado de productos y servicios que existen en nuestra sociedad. Nuestra labor es la de captar, desarrollar y fidelizar nuevos clientes a través de la entrevista personal; venta “pura y dura” pero apasionante y extremadamente motivadora.

Digo “pura”, porque se da lo más auténtico dentro de la venta directa: un contacto diario y personal, vendedor y comprador, consultor comercial y “posible cliente” frente a frente, y entre ambos, un catálogo, unos conocimientos… Ideas y experiencias, tanto positivas como negativas, que el vendedor transforma en argumentos de venta.

Digo “dura”, sencillamente porque lo es, porque es una dedicación exigente, tanto mental como físicamente. Porque conseguir un cliente implica llamar a muchos teléfonos, escribir muchas e-mails y visitar muchos despachos, pero sobre todo, escuchar bastantes “noes”.

Así es nuestra profesión, apasionante y especial, distinta a todas, pero muy gratificante, ya que todo aquel que trabaje con perseverancia, que lo tenga claro, que asume que es así, y mire siempre hacia delante obtendrá, no solo una recompensa económica, sino también la profunda satisfacción que produce un trabajo bien hecho.

Este espíritu de dedicación y constancia es el que deseo trasmitir a todos los lectores de este blog y a todos los que asistis a nuestros "Espacios para el Desarrollo Comercial" Debemos ser profesionales. Tanto los vendedores como sus líderes, y por eso nos esforzaremos para darles todo nuestro apoyo, para que su trabajo sea plenamente reconocido y fuertemente valorado.

A cambio estará la exigencia, toda la que se le debe pedir a quien se le va a reconocer y retribuir adecuadamente. La responsabilidad de un Departamento Comercial es muy grande. Hemos de aportar los clientes necesarios para que nuestras empresas crezcan y con ello todos creceremos profesionalmente.

Acepto el reto de escribir sobre nuestra profesión gustosamente, orgulloso de que sepaís llevar a la práctica muchas de estas enseñanzas, y seguro de que, a partir de hoy, todos vamos a estar mejor preparado para lo que nos pide la empresa y nos exige la profesión: Más y mejores clientes.

Atentamente,

Carlos Bosquet Herreros

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