La Venta Pura y Dura.
Mi primer trabajo fue, ya hace más de 25 años, como
libre comisionista, vendiendo libros a domicilio para una prestigiosa
editorial española.
Comencé en el año 83 y, aunque eran otros tiempos, en España existía una altísima tasa de paro juvenil. De esa primera etapa profesional, que duró casi una década, conservo un grato recuerdo. Lo primero que aprendí fue a utilizar un método en mi labor. También aprendí muchísimo del proceso de la venta y de como actúan las personas ante ciertos estímulos. Y sobre todo, conseguí independizarme económicamente, formar una familia y encontrar un camino a seguir.
Desde entonces y hasta hoy he desarrollado toda mi actividad profesional dentro del mundo comercial; en distintas empresas pero siempre en el ámbito de la venta directa. Eso me ha permitido ser testigo directo de como LA VENTA DIRECTA se ha ido introduciendo en todos los sectores, pese a quien pese, empezando por el sector de productos y servicios, pasando por las eléctricas, telecomunicaciones, nuevas tecnologías, llegando hoy en día a desarrollarse en los productos agroalimentarios, como ya en la actualidad se reclama desde diferentes comunidades autónomas. De hecho, la VENTA DIRECTA de los productos agro alimentarios ya se practica con éxito en muchos lugares de Europa así como en varias comunidades autónomas (Navarra y Cataluña fueron pioneras) ya que han dado los pasos legales para poner en funcionamiento un sistema innovador que recurre a los canales cortos de comercialización y a su simplificación y que benefician a todos (salvo a los intermediarios) ya que garantizan productos sanos y de calidad a un precio razonable para todos.
Y este es el objetivo de la Venta Directa, un objetivo que beneficia al productor y al consumidor final ya que tanto uno como el otro pueden beneficiarse de unos productos de mayor calidad y de mejor precio, por lo que se comprende que esta vía haya sido, es y será reclamada y puesta en práctica en diferentes lugares y producciones.
Por eso, ahora que tengo la oportunidad de dirigirme a ti y a todos vosotros, que representáis -o tenéis pensado representar- a muchas empresas, la mayoría de ellas de vital importancia en el entramado de productos y servicios que existen en nuestra sociedad, para presentaros esta iniciativa que no es nueva, pero que sí es enormemente oportuna.
Es oportuna, porque el momento económico es muy, pero que muy, delicado; es oportuna porque, con la crisis que nunca existió y las medidas restrictivas para intentar contrarrestarla, ¡que vaya si han existido!, muchos consumidores, funcionarios, familias, pensionistas, etc deberán hacer un importante esfuerzo adicional para mantener su poder adquisitivo; y la venta directa puede ayudar a ello.
Nuestra labor es TRABAJAR POR EL BIEN COMÚN. Siiii, ya sé que trabajar por el bien común no es nada común, pero también sé que con esta intención y con este enfoque la venta directa es apasionante y extremadamente motivadora. Nuestra labor es captar, desarrollar y fidelizar clientes a través del compromiso personal que adquirimos cuando visitamos al cliente para hacerle una entrevista personal; venta “pura y dura” pero, como decía antes, apasionante y extremadamente motivadora.
Y digo “pura” porque se da lo más auténtico dentro de la venta directa: la prospección inicial buscando el cliente que necesita de nuestros productos y soluciones. Digo pura por que hay que desarrollar una clara empatía al establecer contacto personal, para conocer gente nueva, con distintos caracteres y distintas personalidades. Y por fin, el contacto personal entre vendedor y comprador, "técnico-comercial" y “posibles cliente", ingeniero y empresario, frente a frente, y entre ambos, la inteligencia emocional del primero frente a la lógica del segundo y viceversa - la lógica del primero y la inteligencia emocional del segundo-, ayudándonos mutuamente con unos conocimientos que generan valor ...… Ideas y experiencias, tanto positivas como negativas, que el vendedor transforma en soluciones que hacen ganar tiempo y dinero a su cliente.
Comencé en el año 83 y, aunque eran otros tiempos, en España existía una altísima tasa de paro juvenil. De esa primera etapa profesional, que duró casi una década, conservo un grato recuerdo. Lo primero que aprendí fue a utilizar un método en mi labor. También aprendí muchísimo del proceso de la venta y de como actúan las personas ante ciertos estímulos. Y sobre todo, conseguí independizarme económicamente, formar una familia y encontrar un camino a seguir.
Desde entonces y hasta hoy he desarrollado toda mi actividad profesional dentro del mundo comercial; en distintas empresas pero siempre en el ámbito de la venta directa. Eso me ha permitido ser testigo directo de como LA VENTA DIRECTA se ha ido introduciendo en todos los sectores, pese a quien pese, empezando por el sector de productos y servicios, pasando por las eléctricas, telecomunicaciones, nuevas tecnologías, llegando hoy en día a desarrollarse en los productos agroalimentarios, como ya en la actualidad se reclama desde diferentes comunidades autónomas. De hecho, la VENTA DIRECTA de los productos agro alimentarios ya se practica con éxito en muchos lugares de Europa así como en varias comunidades autónomas (Navarra y Cataluña fueron pioneras) ya que han dado los pasos legales para poner en funcionamiento un sistema innovador que recurre a los canales cortos de comercialización y a su simplificación y que benefician a todos (salvo a los intermediarios) ya que garantizan productos sanos y de calidad a un precio razonable para todos.
Y este es el objetivo de la Venta Directa, un objetivo que beneficia al productor y al consumidor final ya que tanto uno como el otro pueden beneficiarse de unos productos de mayor calidad y de mejor precio, por lo que se comprende que esta vía haya sido, es y será reclamada y puesta en práctica en diferentes lugares y producciones.
Por eso, ahora que tengo la oportunidad de dirigirme a ti y a todos vosotros, que representáis -o tenéis pensado representar- a muchas empresas, la mayoría de ellas de vital importancia en el entramado de productos y servicios que existen en nuestra sociedad, para presentaros esta iniciativa que no es nueva, pero que sí es enormemente oportuna.
Es oportuna, porque el momento económico es muy, pero que muy, delicado; es oportuna porque, con la crisis que nunca existió y las medidas restrictivas para intentar contrarrestarla, ¡que vaya si han existido!, muchos consumidores, funcionarios, familias, pensionistas, etc deberán hacer un importante esfuerzo adicional para mantener su poder adquisitivo; y la venta directa puede ayudar a ello.
Nuestra labor es TRABAJAR POR EL BIEN COMÚN. Siiii, ya sé que trabajar por el bien común no es nada común, pero también sé que con esta intención y con este enfoque la venta directa es apasionante y extremadamente motivadora. Nuestra labor es captar, desarrollar y fidelizar clientes a través del compromiso personal que adquirimos cuando visitamos al cliente para hacerle una entrevista personal; venta “pura y dura” pero, como decía antes, apasionante y extremadamente motivadora.
Y digo “pura” porque se da lo más auténtico dentro de la venta directa: la prospección inicial buscando el cliente que necesita de nuestros productos y soluciones. Digo pura por que hay que desarrollar una clara empatía al establecer contacto personal, para conocer gente nueva, con distintos caracteres y distintas personalidades. Y por fin, el contacto personal entre vendedor y comprador, "técnico-comercial" y “posibles cliente", ingeniero y empresario, frente a frente, y entre ambos, la inteligencia emocional del primero frente a la lógica del segundo y viceversa - la lógica del primero y la inteligencia emocional del segundo-, ayudándonos mutuamente con unos conocimientos que generan valor ...… Ideas y experiencias, tanto positivas como negativas, que el vendedor transforma en soluciones que hacen ganar tiempo y dinero a su cliente.
Y digo “dura”, sencillamente porque lo es, porque es una dedicación exigente, tanto mental como físicamente. Porque
conseguir clientes implica estudiar e indagar en muchas páginas web,
llamar a muchos teléfonos, escribir muchos e-mails, visitar muchos
despachos y presentar muchas propuestas, pero sobre todo, es dura porque
hay que desarrollar tolerancia a la frustración, porque hay que
escuchar bastantes “noes” y también algunos "sies".
Así es nuestra profesión, apasionante y especial, distinta a todas, pero muy gratificante, ya que todo aquel que trabaje con perseverancia, que lo tenga claro, que asume que es así, y mire siempre hacia delante obtendrá, no solo una gran recompensa económica, sino también la profunda satisfacción que produce un trabajo bien hecho.
Este espíritu de dedicación y constancia es el que deseamos trasmitirnos todos los vendedores del siglo XXI . Debemos ser profesionales. Tanto los vendedores como sus líderes, y por eso me voy a esforzar para daros todo mi apoyo, para que nuestro trabajo sea plenamente reconocido y fuertemente valorado.
A cambio estará la exigencia, toda la que se le debe pedir a quien se le va a reconocer y retribuir adecuadamente. La responsabilidad del Departamento Comercial es muy grande. Hemos de aportar los clientes necesarios para que nuestras empresas crezcan al mismo tiempo que nuestros clientes se benefician; Es el ganar-ganar (win win) y con ello, todos compradores y vendedores, creceremos profesionalmente.
Acepto el reto de transmitir esta profesión gustosamente, orgulloso de que los que sigamos en esta profesión sepamos llevar a la práctica muchas de estas enseñanzas, y seguro de que, a partir de hoy, todos vamos a estar mejor preparado para lo que nos pide el cliente y para lo que nos exige la profesión: Más y mejores clientes satisfechos. Más y mejores ventas.
Así es nuestra profesión, apasionante y especial, distinta a todas, pero muy gratificante, ya que todo aquel que trabaje con perseverancia, que lo tenga claro, que asume que es así, y mire siempre hacia delante obtendrá, no solo una gran recompensa económica, sino también la profunda satisfacción que produce un trabajo bien hecho.
Este espíritu de dedicación y constancia es el que deseamos trasmitirnos todos los vendedores del siglo XXI . Debemos ser profesionales. Tanto los vendedores como sus líderes, y por eso me voy a esforzar para daros todo mi apoyo, para que nuestro trabajo sea plenamente reconocido y fuertemente valorado.
La economía del bien común. |
A cambio estará la exigencia, toda la que se le debe pedir a quien se le va a reconocer y retribuir adecuadamente. La responsabilidad del Departamento Comercial es muy grande. Hemos de aportar los clientes necesarios para que nuestras empresas crezcan al mismo tiempo que nuestros clientes se benefician; Es el ganar-ganar (win win) y con ello, todos compradores y vendedores, creceremos profesionalmente.
Acepto el reto de transmitir esta profesión gustosamente, orgulloso de que los que sigamos en esta profesión sepamos llevar a la práctica muchas de estas enseñanzas, y seguro de que, a partir de hoy, todos vamos a estar mejor preparado para lo que nos pide el cliente y para lo que nos exige la profesión: Más y mejores clientes satisfechos. Más y mejores ventas.
La
intención en las empresas del siglo XXI ya no es vender una vez. La
intención es repetir ventas y fidelizar al cliente y para ello hay que
darle beneficios. De esta manera el cliente volverá a comprar o nos
recomendará.
Y tu amig@ profesional ¿me ayudas a transmitir esta profesión? Muchas gracias.
Y tu amig@ profesional ¿me ayudas a transmitir esta profesión? Muchas gracias.
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