Y encima nos suben los impuestos.....
Últimamente me siento como si fuéramos galos expoliados por los romanos, pero sin poción mágica.
Sin embargo, muchos ciudadanos hemos decidido decir basta al expolio y pasar decididamente a la insurrección fiscal, cortando los suministros a la casta parasitaria socialista y poniendo freno a los desmanes del inútil manirroto de La Moncloa.
¿Que porque digo esto?
Según un sondeo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, FEDEA, el 82% de los españoles está en franco desacuerdo con las subidas de impuestos contempladas en los Presupuestos Generales del Estado. El 80% considera que ese aumento tributario perjudicará a empresarios y autónomos. Y el 75% que los únicos o fundamentales paganos serán los miembros de las clases medias. Otras encuestas sitúan la oposición a la presión fiscal aún más arriba: en el 86%.
Se trata de datos plebiscitarios. Y en una democracia no se debe legislar contra tan elevado porcentaje de electorado.
Muchos ciudadanos no estamos dispuestos a quedarnos de brazos cruzados mientras se nos expolia hasta la extenuación y se lleva a nuestras familias a la indigencia. Vemos con pasmosa nitidez que no se recorta el gasto público y que se incrementa el botín de reparto entre los amigos del poder socialista.
No estamos dispuestos a pasar penurias para financiar a los sindicatos, con sus trescientos cincuenta mil liberados. Ni para pagar viajes gratis y dietas para manifestaciones contra empresarios. Consideramos indignante que nuestros pocos ahorros se destinen a cineastas multimillonarios que vacían las salas. O terriblemente injusto que los productos informáticos se encarezcan para enriquecer a Teddy Bautista y la SGAE. O que se compren a políticos tránsfugas.
Sólo si los expoliados nos negamos a mantenernos en tan lesiva posición servil podremos salir de la crisis y regenerar una democracia en decadencia por tanta mentira y corrupción.
La insurrección fiscal siempre ha sido, en el ámbito teórico, el único instrumento capaz de imponer la cordura y devolver a la sociedad los valores de trabajo, esfuerzo y honradez.
Ha llegado el momento de ponerla en práctica. La hora decisiva de la insurrección fiscal ha llegado, antes de que Zapatero hunda por completo a España. No queda mucho tiempo para evitarlo.
Una nación que intente prosperar a base de impuestos es como un hombre sentado en un cubo que intente desplazarse tirando del asa. Sir Winston Churchill . Político británico (1874-1965)
Sin embargo, muchos ciudadanos hemos decidido decir basta al expolio y pasar decididamente a la insurrección fiscal, cortando los suministros a la casta parasitaria socialista y poniendo freno a los desmanes del inútil manirroto de La Moncloa.
¿Que porque digo esto?
Según un sondeo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, FEDEA, el 82% de los españoles está en franco desacuerdo con las subidas de impuestos contempladas en los Presupuestos Generales del Estado. El 80% considera que ese aumento tributario perjudicará a empresarios y autónomos. Y el 75% que los únicos o fundamentales paganos serán los miembros de las clases medias. Otras encuestas sitúan la oposición a la presión fiscal aún más arriba: en el 86%.
Se trata de datos plebiscitarios. Y en una democracia no se debe legislar contra tan elevado porcentaje de electorado.
Muchos ciudadanos no estamos dispuestos a quedarnos de brazos cruzados mientras se nos expolia hasta la extenuación y se lleva a nuestras familias a la indigencia. Vemos con pasmosa nitidez que no se recorta el gasto público y que se incrementa el botín de reparto entre los amigos del poder socialista.
No estamos dispuestos a pasar penurias para financiar a los sindicatos, con sus trescientos cincuenta mil liberados. Ni para pagar viajes gratis y dietas para manifestaciones contra empresarios. Consideramos indignante que nuestros pocos ahorros se destinen a cineastas multimillonarios que vacían las salas. O terriblemente injusto que los productos informáticos se encarezcan para enriquecer a Teddy Bautista y la SGAE. O que se compren a políticos tránsfugas.
Sólo si los expoliados nos negamos a mantenernos en tan lesiva posición servil podremos salir de la crisis y regenerar una democracia en decadencia por tanta mentira y corrupción.
La insurrección fiscal siempre ha sido, en el ámbito teórico, el único instrumento capaz de imponer la cordura y devolver a la sociedad los valores de trabajo, esfuerzo y honradez.
Ha llegado el momento de ponerla en práctica. La hora decisiva de la insurrección fiscal ha llegado, antes de que Zapatero hunda por completo a España. No queda mucho tiempo para evitarlo.
Una nación que intente prosperar a base de impuestos es como un hombre sentado en un cubo que intente desplazarse tirando del asa. Sir Winston Churchill . Político británico (1874-1965)
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