Paiporta Bajo el Agua y el Rey en Seco: Así nos Ahogan Desde Arriba


La Visita Real a Paiporta y la Manipulación de los Medios
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El mundo entero fue testigo de la polémica visita de los reyes de España a Paiporta, acompañados por Pedro Sánchez y Carlos Mazón. Allí, entre palos, piedras y gritos de indignación, se desató una protesta sin precedentes contra las máximas autoridades españolas. Este nivel de rechazo popular no se había visto nunca antes en una visita de la monarquía, ni siquiera en momentos de gran crisis o catástrofes. Hasta ahora, el pueblo siempre había mostrado pleitesía. Por eso, no es de extrañar, que la noticia captara la atención de todos, incluso de la prensa internacional.
E
n aquella visita, la tensión en el aire de la protesta fue de tal magnitud que se podía sentir a través de la pantalla. Todos asistimos perplejos al estallido de rabia contenida de los vecinos y voluntarios de la zona más castigada por la DANA que no entendían que después del abandono que llevan años sufriendo por parte de las autoridades fueran a visitarlos antes de recibir la ayuda que necesitaban. El rey, la reina y los dos presidentes se convirtieron en blancos directos de la furia de los vecinos y voluntarios en Paiporta que, por primera vez, despreciaban su visita.
Titular: ARROJAN BARRO A LETICIA 
La cobertura internacional que se le dió se reflejó claramente en sus titulares: "Los insultos y la violencia mostraron el profundo descontento de una sociedad harta de promesas incumplidas".

Sin embargo, al día siguiente, los medios españoles presentaban una historia muy distinta. En lugar de dar voz a la indignación popular, nos encontramos con un relato cuidadosamente editado: fotografías de Felipe y Letizia abrazados a ciudadanos, titulares como “El Rey emocionado con su pueblo”… Un montaje propagandístico que convertía la verdad en una mentira tan descarada que daba náuseas. Toda una narrativa construida para proteger la imagen de la monarquía y ocultar el rechazo que realmente se vivió. La prensa internacional no daba crédito: periódicos de Francia, Alemania y otros países, que el día anterior habían cubierto el caos y la furia desatados, observaban asombrados cómo los medios españoles tergiversaban los hechos para preservar la reputación de los reyes. La verdad estaba siendo enterrada bajo una gruesa capa de propaganda, y el público español, engañado, recibía un mensaje falso.
Además, la manipulación no terminó ahí. Al intentar salvar la imagen de la monarquía, los medios no dudaron en dirigir la culpa hacia Pedro Sánchez. En sus relatos, el presidente fue presentado como el único responsable de las críticas y desprecios, mientras que Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, quedaba al margen, aunque muchos reconocían que la responsabilidad también recaía en su gestión. ¿Y el objetivo de esta distorsión? Que la figura del Rey permanezca intocable, elevada, y que el presidente del Gobierno asuma el papel de villano.

Manipulación Mediática y los Intereses del Poder

Esto no es una simple casualidad; es una táctica cuidadosamente calculada por quienes desean proteger sus propios intereses y privilegios. Nos enfrentamos a un aparato mediático diseñado para preservar el "statu quo", desviando la atención y culpando a los sectores que representan una amenaza para sus privilegios. Los medios de comunicación en manos de las élites repiten una y otra vez estas historias fabricadas, hasta que se convierten en verdades incuestionables en la mente del público. Nos venden una historia falsa, que muchas personas aceptan sin cuestionar. Es desalentador ver cómo la misma táctica de manipulación y victimización de los poderosos se repite, y que tantos compatriotas se la crean. Nos pintan a los ricos y privilegiados como víctimas mientras ridiculizan o demonizan a aquellos que intentan cambiar las cosas. Este control mediático, con el apoyo de las redes sociales y demás medios de comunicación masiva, transforma la repetición en una herramienta de control devastadora, erosionando nuestra democracia y alimentando la falsa idea de que el enemigo es otro.

La Tragedia de Nuestro Silencio.

Vivimos en tiempos oscuros, donde la verdad es moneda de cambio y la mentira se vende al mejor postor. La realidad se maquilla con palabras dulzonas que ocultan una verdad amarga. Sin embargo, lo más triste no es la maldad de quienes manipulan, sino el silencio de aquellos que, aún sabiendo la verdad, prefieren callar por miedo a arriesgar su comodidad. No seré el primero en decirlo: la historia recordará nuestra época no por los crímenes de los malos, sino por la cobardía de los buenos. Cada mentira aceptada sin cuestionar, cada acto de censura disfrazado de “tranquilidad”, es un ladrillo más en el muro que nos aleja de la justicia.
Hoy
nos enfrentamos a la manipulación de los medios, pero si permitimos que estos relatos sigan imponiéndose, llegará un momento en que la verdad ya no encontrará cabida en nuestra sociedad. La verdad no está en los titulares. Cada día que callamos, permitimos que el silencio sea la última palabra.

PD: (Este artículo, que había quedado en borrador, fue escrito el 4 de noviembre aunque publicado el 17).

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