Diez años de lucha incansable. Diez años batallando por un derecho fundamental como es el derecho a la vivienda digna. Pero hoy, al mirar atrás, solo veo un sendero plagado de obstáculos y desilusiones. Han sido innumerables las horas invertidas, los esfuerzos colectivos, las protestas en las calles y las reuniones interminables. Hemos levantado nuestras voces una y otra vez, exigiendo un cambio real, clamando por políticas que protejan a las inquilinas y garanticen hogares dignos para todas. Llevo días q me pregunto ¿qué hemos logrado en Galicia? ¿Dónde están los avances, las mejoras, los pequeños triunfos que justifiquen tantos años de dedicación y sacrificio? La realidad es desoladora. Mientras en Madrid, Barcelona, Granada, etc se organizan en sindicatos o plataformas y a diario paralizan desahucios, dan ilusión, esperanza y, sobre todo, soluciones, siento que aquí en Galicia, estamos fracasando. La única organización que he encontrado que puede iniciar una organización duradera
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